Recibir no es un acto pasivo, es una rendición que requiere valentía, porque recibir implica ser visto.
Conéctate más profundamente con la versión femenina ascendida interior, que está profundamente arraigada en la receptividad.
De forzar a permitir.
De dar en exceso a recibir.
Del esfuerzo y la prisa a la acción alineada.
Del miedo a la claridad.
Del pensamiento excesivo a la intuición y la Presencia.
Se trata de darte permiso a ti mism@ para dejar de forzar, arreglar o descubrir todo por ti mism@.
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